abril 2025

Reflexiones de un viejo colaborador en homenaje al N°100 de La Causa Laboral

El camion – Frida Khalo – 1929

Dorothea Tanning

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Introducción personal

Me propongo un aporte personal, y en gran medida subjetivo, al heroico arribo de la revista LA CAUSA LABORAL a su número 100.

Conviene advertir que no me siento en las condiciones suficientes para elaborar y presentar un trabajo de doctrina que satisfaga, como tal, las mínimas expectativas de una revista técnica especializada; pero creo que cuanto escribiré concierne a su histórica y constante línea editorial. 

Como quiero participar de algún modo en esta celebración institucional, haré una serie de reflexiones más generales, sin otra expectativa que la de que sean disparadoras de alguna otra. Por otra parte, sigo aferrado, como Atahualpa Yupanqui, a tenerle rabia al silencio, lo que con frecuencia condiciona la objetividad de lo que expongo.

Ya he dejado toda pretensión de participar en la actividad genéricamente denominada académica. Lo impusieron razones etarias, pero hay un segundo plano intersectado, que es el que produce la exclusión y autoexclusión de los diversos campos de la actividad profesional en la abogacía laboralista: he dejado atrás el ejercicio de la profesión en todas sus formas, incluyendo las de la docencia, de la judicatura y las más estrechamente vitales de contacto vivo y palpado diariamente con los conflictos jurídico-sociales y  la defensa en concreto de los derechos de las y los trabajadores: todo lo que lleva a una función social agonista (en el sentido de comportamiento social de ataque y defensa). Eso me repliega a ese espacio, también mal llamado ‘teórico’, en el que no puede sino resonar esa advertencia del Fausto de Göethe: “gris es toda teoría, amigo mío, y verde, siempre verde,  el árbol de la vida”.

Desde allí escribo. La visión externa del árbol de la vida me muestra una profundidad enorme en los estudios, los debates, los conflictos, las dificultades y las muy valiosas aptitudes de los actuales cuadros profesionales en las áreas con las que tanto compartí en los diversos planos con los que me siento comprometido: en el general y más abarcador del derecho, el del derecho nacional e internacional de los derechos humanos, el de la defensa del estado social del derecho y de su necesidad de transformación social; y, como una de sus categorías, el derecho del trabajo y de la seguridad social. Muchos de esos cuadros , afortunadamente, superan en sus planteos y en sus conductas, cuanto pude esperar, especialmente de los relevos juveniles. Es natural que no intente ni competir con, sino compartir  con, ese conjunto ejemplar de docentes, de estudiosos, de buena parte de los jueces,  de militantes embanderados, la lucha por los derechos de las y los trabajadores y los de la abogacía que ejerce su defensa. Entre ellos, y en planos destacados, quienes han enriquecido estos cien números de La Causa Laboral.

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ELFFMAN

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