mayo 2020

La bronca de los de arriba

Dorothea Tanning

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Los bancos, la financieras,
Los más ricos de los ricos,
Añoran que los milicos
Sostengan sus ambiciones,
Y matizan sus esperas
Ejerciendo sus presiones.
Así es con los despidos,
Ahora cacerolazos,
Y seguirán paso a paso
Con su actitud de inhumanos,
Y nos cantan falta envido
Con sus treinta y tres, de mano.
Para ponerles impuestos,
(Si es que lo quiere el gobierno),
Prometerán un infierno
Y dirán, con su machismo:
Tengo los huevos bien puestos
Y siempre será lo mismo.
¿Lo mismo qué significa?
Que esto es capitalismo,
Que vuelve el neoliberalismo,
Que el capital financiero
Me protege y justifica,
Y hago y haré cuanto quiero.
No me toquéis mi dinero
Cantaba Serrat, el Nano,
(cuando era nuestro hermano
Y no ahora, aburguesado,
Ni el último ni el primero
Que renuncia a su pasado).
No obstante, algo comienza
A mover el avispero.
No es solamente el dinero
Sino el modo de obtenerlo,
Puesto que el proceso empieza
Explotando a los obreros.
Les sobreviene el espanto
Cuando por la cuarentena
Comprueban con harta pena
Que no lucran como otrora,
O que para enriquecerse tanto
Habrán de bancar demora.
No entienden la plusvalía,
Sí la cuota de ganancia,
Que es fruto de su vagancia
Y aumentan con desmesura
Sosteniendo, con porfía,
Que eso es virtud, y no usura.
Al Estado, que era odioso
Vuelven la vista anhelante,
Y que de aquí en adelante
Proteja su privilegio,
Porque el mercado es precioso
Pero no siempre es tan regio.
Además, se han dado cuenta
Que hay un virus comunista
Que los iguala en la lista
De posibles poligriyos,
Pues se evidencia, a la vista:
No hay mortaja con bolsillo.
No hay cosa más peligrosa
Que un gran burgués asustado.
Se le atraganta el asado
Y los odios se incrementan:
Así de odiosa es la cosa
Que con tal odio alimentan.
Se encomiendan al Señor
Pero insultando a su Papa,
Que si en algo se destaca
Es no hacerse el pelotudo
Y anda de acusador
En tono bastante agudo.
Si entretanto los de abajo
No ven llegado el momento,
Pocos serán los lamentos
Que merezca tal macana:
Sacudir bien el badajo
Hará sonar la campana.
(AUTOR ANÓNIMO Y AUTÓNOMO)

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