Sufrimiento, individualismo y competencia como salida a la crisis

La situación de la clase obrera, al menos en Occidente, es de un profundo deterioro de sus condiciones de vida. La crisis global que estamos atravesando es multidimensional y combina la caída sostenida de la tasa de ganancia; los límites de la descentralización productiva mundial y la forma de organizar el trabajo (particularmente para el abastecimiento de los países occidentales centrales); la decadencia del imperialismo norteamericano; la emergencia de China como potencia económica mundial; la crisis climática; guerras y genocidios.

En este marco, las condiciones de trabajo se ven particularmente afectadas y lxs trabajadores atravesamos distintos modos de “vivir el trabajo”.

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