agosto 2022

Lágrimas y sonrisas

mascaras

Dorothea Tanning

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La letrada recibe impávida la resolución del Juzgado donde le piden que preste declaración jurada sobre una conciliación en la que había participado por Zoom. Ante ello escribe al Juzgado pidiendo le aclaren el contenido de la resolución…y la sincera respuesta del funcionario tuvo que ver con el estrés en que se trabaja en estas instancias: “….espero haber aclarado, porque a veces ni yo creo entenderme….”.

Empleadores: a partir de ahora sepan que si quieren acosar a un trabajador o trabajadora, sin sufrir consecuencias, acose a todo el personal…y si no vea este fallo: “…No cualquier maltrato configura mobbing ni genera el pago de una indemnización por daño moral. La conducta debe ser sistemática y recurrente y dirigida sólo contra un trabajador, contrario a lo manifestado por las testigos, que dieron cuenta de un clima hostil de trabajo, en general, para todo el personal y no específicamente para con el actor…”.

A veces la mentira tiene patas cortas. El Jefe de Gobierno de CABA en su afán de atraer a sus patrones no tiene límite. Mas allá de volver con la cantinela de la “reforma laboral” que en castellano significa precarización laboral, resaltó que las indemnizaciones agravadas (lease Ley 24013 de Menem y Cavallo) se la llevaban los abogados laboralistas y que no la cobraban los trabajadores y trabajadoras. Sabrá este señor que los montos emergentes de las sentencias son transferidos directamente a la cuenta bancaria del trabajador o trabajadora y que, por tanto, el o la abogada no tiene acceso a ese dinero. Reforma laboral, industria del juicio, todos términos que esconden un único objetivo: precarización laboral, mayor desigualdad, desocupación y salarios paupérrimos.

El testigo se presentó en el Juzgado y preguntado que fue por las generales de la ley, manifestó que era cuñado del demandado y consultado sobre si tenía algún interés en el resultado del juicio manifestó certeramente que quería que ganara el trabajador. Los letrados se miraron desconcertados y desistieron de la declaración de tan particular testigo.- Evidentemente los problemas familiares se pusieron en evidencia en el Juzgado. No sabemos como terminó la historia, pero suponemos…

Es de resaltar la prontitud y eficacia de la Sucursal 75 del Banco de la Ciudad de Buenos Aires en remitir las constancias de las retenciones que se hacen a los letrados en oportunidad de cobrar sus honorarios. Basta un pedido por correo electrónico y a los pocos días viene la respuesta con el documento respectivo. Gracias.

Es de preguntarse qué pasa con el Tribunal del Servicio Doméstico, dada la extrema lentitud en avanzar con los casos. Las resoluciones tardan meses en salir, se reiteran pedidos que no son contestados, los expedientes a sentencia duermen el sueño de los justos y todo requerimiento no recibe respuesta en tiempo prudencial. Falta personal?? Falta tecnología?? Lo que sí es seguro que falta justicia.

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