Lágrimas y sonrisas

mayo 2021

Dorothea Tanning

Parece que al Ministerio de Trabajo de la Nación le complace que los abogados discutamos cuestiones que solo requieren escribir resoluciones con sencillez y claridad. Escribir “difícil” como suele decirse, no nos hace superiores ni eruditos, solo nos hace incomprensibles. Y es así que varias Resoluciones del citado Ministerio con un lenguaje ni siquiera complejo sino insuficiente, nos obligan a entrar en debates que luego no se aclaran con manifestaciones de los funcionarios, dado que quienes van a resolver no son ellos sino otros funcionarios que van a leer esa confusas norma y pueden arribar a otras interpretaciones: léase salarios de las licencias por cuidado de niñez o resolución sobre aplicación de la ley de teletrabajo, solo a título de ejemplo.

Hay formas y formas de apelar por bajos los honorarios que se regulan a los colegas, pero hay sin duda títulos impactantes, como el del abogado que presentando el recurso, lo encabeza de la siguiente manera; “SUMARIO SE ELEVEN. PRONTO DESPACHO. QUIERO TOMAR UN RUTINI MALBEC”. Le habrá alcanzado para un Zumuva cartón??

Unas cuantas lágrimas: Según el INDEC, la pobreza en nuestro país asciende al 42% (19 millones de personas), la indigencia al 10,5% (4 millones de personas) y en el conurbano la pobreza entre los menores de 14 años trepa al 57,7%. La pobreza en las personas que van de 14 a 29 años asciende al 49,2%. El ingreso promedio de las familias ronda los $29.000 promedio, en tanto la suma para no ser pobre asciende a $50.854. Datos oficiales que espantan y que se repiten y agudizan en el tiempo.

Cómo se explica que, por ejemplo, el Juzgado del Trabajo nro. 7 no fije alegar desde 2019, conforme nos informan varios colegas…?

Cómo va a disimular el colega que tuvo trato con los testigos si se le notifica una audiencia testimonial y se le impone la carga de adjuntar en el plazo de cinco días copia del DNI del mismo bajo apercibimiento de tenerlo por desistido?

Se sabe que la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuenta con un Fondo Anticíclico que en el 2008 era de quinientos millones de pesos y que conforme la Acordada que determina su creación, se utilizaría, entre otras posibilidades, para “situaciones excepcionales”. Será para la Corte la pandemia una situación habitual? Porque los fondos no se ven y la estructura del Poder Judicial se cae a pedazos.

Una Sonrisa por los varios Juzgados que están fijando audiencias testimoniales y se encargan de notificar a los testigos por telegrama; cuyo número no me atrevo a indicar por temor de ser injusto con aquellos cuya información no ha llegado a esta redacción.

En nuestra Sección acostumbramos mencionar pequeñas ¨perlas¨ vinculadas al Fuero del Trabajo y especialmente las relativas a la Justicia Nacional de la Ciudad de Buenos Aires.

En esta ocasión haremos referencia a situaciones que se producen en otros Fueros, y por qué no, instancias del Ejecutivo.

a) Una particularmente escandalosa es la que se presenta en el juzgamiento de los presuntos delitos de lesa humanidad cometidos por militares, civiles, eclesiásticos y empresarios. Si bien muchos han terminado y otros se desarrollan, no pocos esperan iniciar su tarea 45 años después de la instauración de la Dictadura. Esto no es sólo (con tilde en insurgencia contra la RAE) para una lagrima sino para un largo sollozo colectivo.

b) Y qué decir de los pedidos vinculados con los actos criminales que se habrían cometidos por oficiales y suboficiales contra soldados argentinos con motivo de la Guerra de Malvinas. Son 39 años y más allá de alguna decisión del Consejo Militar de la Fuerzas Armadas respecto de pocos altos mandos por la conducción de las Operaciones, no hay muchas actuaciones en curso.

c) Pasemos a otros Fueros. Basta mirar lo que sucede en sede Comercial, donde las causas por Concursos y Quiebras duran eternidades y por consiguiente los créditos de los trabajadores se suelen satisfacer tarde, a veces en proporciones ínfimas o nunca. Recordemos a título de ejemplo la que se sustancia por el Correo Argentino.

d) Nuestros colegas que litigan en el Fuero Federal de la Seguridad Social mastican bronca por las demoras inusitadas, con el agravante de que los beneficiarios no llegan a percibir sus haberes por morir antes. Una abogada amiga nos hace llegar -para dar ejemplos concretos- los datos de dos expedientes (ambos tendientes a obtener una actualización de haberes): son los Nros. 30.329/10 y 89.082/14 respectivamente que aún siguen su marcha que no es la triunfal de Rubén Darío. De lo consignado se percibe fácilmente que uno tiene más de 10 años de antigüedad y el otro 6.

e) En los de “Familia”, alguien sabe cuánto llevan los trámites previos y los judiciales para terminar una adopción? Los perjuicios para infantes y aun las ansiedades de adoptantes parecen poca cosa para algunos funcionarios.

f) Pero también en el ámbito administrativo suceden cosillas…No somos pocos los que sufrimos los andares cansinos, cuando no inexistentes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en materia de simples inscripciones, pedidos de personería gremial, certificaciones de autoridades, tan necesarias para el quehacer diario de los Sindicatos. No olvidemos que por añadidura se violan las prescripciones de las normas de Procedimiento Administrativo que ordenan que la denominada Autoridad de Aplicación debe actuar de oficio.

No se conoce ninguna condena criminal por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Para muestra citamos dos expedientes de negociación colectiva sectoriales en Organismos Estatales. Llevan los números 122667744/07 y 1136090/05 respectivamente. No se no se escapa que en estos supuestos además se manifiestan decisiones políticas. Pero no hay dudas de que ambos casos (14 años uno y 16 el otro) merecen entrar en el Libro Guinnes de Records.

Se une en este manejo del tiempo el Comité de Libertad Sindical de la OIT, al que acudieron dos de las organizaciones gremiales concernidas, denunciando al gobierno argentino hace ya casi tres años sin obtener respuesta.

g) También en el Ministerio de Justicia se cuecen habas. Allí tramitan reclamos por el pago de las reparaciones de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos dispuestos por diversas leyes y también jurisprudencia de la Corte Suprema (convengamos que nuestro Tribunal Cimero merece un capítulo especial). Se encuentran en los cajones ministeriales decenas de miles de expedientes que esperan dar aunque más no sea un paso en la intricada selva de dictámenes y decisiones que además se requieren recorrer también para obtener la pensión instaurada por la ley 26913, que después pasa a la ANSES para el pago de la prestación.

A título de muestra: un expediente iniciado en mayo de 2014 (el identificado con el número 22.150 ) después de haber conseguido un fallo favorable de nuestro Supremo Tribunal que devolvió la causa al Ministerio el 30/12/19, todavía espera que continúe una nueva etapa de su camino que adquiere las calidades de un verdadero calvario.

Está claro que todas estas situaciones se han agravado por los ASPOS , DISPOS y otras medidas tomadas desde marzo de 2020.

La pandemia a la par de agudizar las desigualdades que hacen al tipo de sociedad en que vivimos, ahondó la privación de derechos elementales como el Acceso a la Justicia y la Defensa en Juicio.

Conviene subrayar el consabido ¨la Justicia tardía no es Justicia¨ pero también no olvidar que, salvo intentos de algunos científicos , artistas y filósofos que especulan con su retrogradación, el tiempo es unidireccional lo que implica que durante el lapso que no se gozan los derechos, no existe compensación adecuada por los daños inferidos, ya no únicamente a aquéllos sino a la vida y a la calidad de la misma, de una enorme cantidad de personas cuya magnitud no nos atrevemos a cuantificar.

Esto nos lleva a pensar que es indispensable actuar para modificar estas iniquidades y remover las estructuras que las consagran y sustentan. Es obligación de todos los Poderes del Estado abordar semejante tarea, pero no creemos que ello se consiga si la sociedad no conoce suficientemente lo que silenciosamente transcurre y no se empeña en obtener las transformaciones imprescindibles.