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Deuda externa y política, en la era del realismo capitalista
Por Germán Duarte
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Presentación de la Cátedra Libre “Alejandro Olmos”, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Jueves 26 de octubre de 2023. Titular: Daniel Marcos. Organizado por Centro de Estudios por la Soberanía Popular Mariano Moreno y Repliegue.
Buenas tardes. Quiero agradecer la presencia de todos los que se acercaron para celebrar la presentación de la Cátedra Libre “Alejandro Olmos”, en la Facultad de Ciencias Sociales.
Es fundamental abordar el problema de la deuda externa en esta casa de estudios, no solo por las consecuencias más evidentes a nivel social, que tienen que ver con los indicadores de pobreza impresionantes que tenemos en nuestro país, sobre todo teniendo en cuenta la abundancia en recursos naturales y los frutos del trabajo de los argentinos que se va a través del flagelo de la deuda.
Pero no es solamente eso, sino que se trata de una cuestión más profunda: existe un conjunto de representaciones sociales que hacen posible el endeudamiento, esta gran estafa al pueblo argentino. Estamos hablando de la cultura de la resignación, que lamentablemente anida en los corazones de muchos compañeros, que no ven una perspectiva.
Son una expresión de aquello que el crítico y pensador británico Mark Fisher (2020) designó realismo capitalista: “la idea muy difundida de que el capitalismo no sólo es el único sistema económico viable, sino que es imposible incluso imaginar una alternativa””. En ese sentido, cita una frase atribuida a Fredric Jameson: “es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo” (Fisher, 2020).
Una de las características fundamentales del realismo capitalista es la siguiente paradoja: al tiempo que los gobiernos nacionales se encuentran cada vez más impotentes frente al poder económico, el capital financiero transnacionalizado tiene la apariencia de un poder descentralizado y sin rostro, por lo cual, las consecuencias de sus decisiones son adjudicadas al poder político, cuando se trata de estructuras de poder superiores a cualquier gobierno local.
Dicho en términos sencillos, los gobiernos democráticos son el chivo expiatorio del gran capital y de las crisis económicas que atravesamos. Fisher (2020) lo ejemplifica con una inundación en la ciudad británica de Tewkesbury, producida por la rotura de una represa construida por una empresa de agua privatizada.
Los pobladores del lugar no culpaban a los directivos de la compañía, que por ahorrar en los costos de construcción generaron las condiciones para una catástrofe, sino que culpaban al gobierno local por no haberlos controlado lo suficiente. Si bien se le quitó la empresa al Estado, diciendo que era ineficiente para gestionar los servicios públicos, cuando el privado fracasa en la gestión de esos servicios y se producen esas catástrofes, se termina culpando al Estado.
Fisher no se queda en ese ejemplo, sino que lo extiende a lo ocurrido en ocasión de la crisis global del año 2008, que se llevó puestos unos cuantos gobiernos, a los cuales no es la idea eximirlos de toda responsabilidad, sino tener en cuenta que ese discurso busca la impunidad del poder privado:
El foco de los medios de comunicación se clavó en los excesos de algunos banqueros individuales y en el manejo de la crisis de parte del gobierno, pero no en sus causas sistémicas.
De ninguna manera quiero exculpar al laborismo de su responsabilidad en el desastre, sino señalar que, al poner toda la atención en el gobierno o en los individuos inmorales, se comete tácticamente un desvío.
Utilizar de chivo expiatorio a un gobierno impotente que corre detrás de sus amigos banqueros, limpiando los desastres que hacen, solo puede hacerse con mala fe y debido a una hostilidad vigente contra el “Nanny State” [“Estado niñera”], pero también implica desconocer el lugar más bien marginal de los gobiernos locales en el capitalismo global.
Esta cita de Fisher tiene mucho que ver con el fenómeno de Milei, que parece haber sido parcialmente derrotado el domingo, pero todavía sigue en pie como una opción vigente. Luego de las PASO, muchos compañeros estaban decepcionados por el resultado de la elección. Esto tiene que ver con el foco que pone Milei en lo que denomina “la casta política”, ya que está haciendo esto mismo que dice Mark Fisher (2020): Está eximiendo al gran capital, a los banqueros, de la responsabilidad de la crisis que vivimos, al adjudicar toda esa culpa a la “casta política”. Si bien no negamos que hay muchos políticos que son funcionales al poder financiero, al poner el foco en la “casta política” se evade la responsabilidad de los grandes capitales.
Por eso, es muy importante discutir estos temas. Cuando decimos que la deuda externa es una estafa al pueblo argentino, lo decimos porque desde la última dictadura militar, hasta nuestros días, siempre ha crecido en función de satisfacer intereses privados. No todos perdemos con el endeudamiento, los fugadores seriales de divisas y los morosos incobrables del Estado, no sólo alentaron el endeudamiento, sino que se beneficiaron del mismo, en todos y cada uno de los momentos de nuestra Historia.
Es fundamental llegar a las nuevas generaciones con este mensaje. Nos endeudaron por 100 años, así que nuestra misión es que durante los próximos 100 años nunca deje de haber compañeros dispuestos a defender a la Patria, porque sino vamos a perder la soberanía nacional, si perdemos la batalla en nuestras cabezas.
Por eso, desde la primera aparición de Repliegue, hemos prestado especial atención a la obra de Alejandro Olmos, continuada por su hijo y por el compañero Daniel Marcos, en conjunto con una gran cantidad de militantes que se han ido sumando, que ha sido siempre una inspiración para todos aquellos que se preocupan por el futuro de la Patria.
Desde Repliegue, hemos confeccionado una historieta dedicada a contar el problema de la deuda externa desde 1824, cuando Rivadavia contrajo aquel primer empréstito con la Baring Brothers, hasta la actualidad, con el objetivo de generar conciencia, sobre todo en los más jóvenes, acerca de quiénes son los que financian a los políticos que entregan nuestra soberanía, quiénes son los que luego obtienen enormes ganancias de todo esto.
Esta Cátedra tendrá como misión estudiar estos problemas, pero también actuar, vincularse con el pueblo, con los estudiantes, con los trabajadores, para que no nos dejemos llevar por los cantos de sirena del realismo capitalista y podamos dirigir nuestra bronca y nuestra insubordinación a los verdaderos culpables de la crisis y de la injusticia social que vivimos.
Fisher, M. (2020) Realismo capitalista. ¿No hay alternativa? Editorial Caja Negra.
Repliegue (2023) Historieta “La deuda que nos parió”. https://repliegue.com.ar/
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