noviembre 2019

DEL CAPITALISMO INDUSTRIAL AL NEOCAPITALISMO POST-INDUSTRIA

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La Inteligencia artificial hizo a un burro llegar a la presidencia de la República” Dijo el secretario de la CSIi.
Victor Báez, en la Confederación Sindical Internacional (CSI), criticó el mal uso de las tecnologías. Congreso de la Central Única de los Trabajadores, (CUT del Brasil), debate sobre la integración internacional para enfrentar a la “uberización” del trabajo.
De la Red Brasil Actual –La lucha de los brasileños en defensa de la democracia y la resistencia a la prisión política del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva deben ser miradas como batallas globales por el equilibrio en la correlación de fuerzas en el mundo del trabajo. El papel del mal uso de las tecnologías por el empresariado y las grandes corporaciones y nuevas formas de organización de los sindicatos para que puedan alcanzar a los nuevos trabajadores que surgen de la precarización de las relaciones profesionales estuvieron en el centro de los debates que aconteció en el Congreso, en la apertura del 13º Congreso Nacional de la CUT, en Praia Grande (Playa Gran) litoral de São Paulo (San Pablo, Brasil) el 7 de octubre de 2019.
Decenas de representante sindicales de la América Latina, África, Asia y Europa participaron del evento. El sindicalista paraguayo Víctor Báez, secretario-general adjunto de la Confederación Sindical Internacional (CSI), al mencionar el mal uso de las nuevas tecnologías por el empresariado, hizo una cita vehemente sobre los impactos de la inteligencia artificial en la elección brasileña: “La inteligencia artificial es una herramienta que hizo un burro llegar la presidencia de la República”, dice, refiriéndose a Jair Bolsonaro. La CSI reúne entidades sindicales que representan 175 millones de trabajadores en 155 países.
La inteligencia artificial está haciendo nosotros a acreditar que para ser el representante del Brasil es necesario saber fritar hamburgués”, dijo el dirigente, en una crítica a la indicación de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente a la embajada brasileña en los Estados Unidos. Báez aludió al papel de la industria de fake news difundidas a partir de las redes sociales como Facebook (en los Estado Unidos y Gran-Bretaña) e WhatsApp (Brasil), teniendo como cimiento los perfiles psicológicos del electorado usuario de esas redes, construido a partir de herramientas tecnológicas de observación de comportamientos.
El ex-banquero y ejecutivo de comunicación e información norte-americano Steve Bannon, elaboró la estrategia de la campaña electoral de Donal Trump y es conocido como uno de los difundidores del neofascismo por el mundo, fue uno de los ideólogos colaboradores del uso del llamado big fecha en las elecciones brasileñas.
No basta sólo mirarnos para las nuevas tecnologías, pero sí, unir la clase trabajadora del Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Necesitamos de Lula Libre para luchar por el fortalecimiento de toda la democracia en la América Latina. Y para hacer eso, es necesario hacer una huelga continental que permita a nosotros mostrar la fuerza de los trabajadores” (Bárbara Figueroa, presidente de la CUT del Chile)ii.
La vice-presidenta de la CUT, Carmen Foro, viene observado que el mundo camina para más retroceso a los derechos de la clase trabajadora, y que los planos del gobierno Bolsonaro es de destruir la organización sindical brasileña y los derechos sociales y del trabajo, eso debe llamar la atención del mundo y a� �w`U� �w`U�]�w`U� �w`UX �w`U �w`U@ �w`U historia de la CUT con las organizaciones internacionales que comprenden el momento que estamos pasando a bajo del gobierno de extrema-derecha que quita los derechos de los trabajadores, afecta los jóvenes, las mujeres y los indígenas”, afirmó Carmeniii.
Del Capitalismo Industrial al Neocapitalismo Post-industrial
Las formas impuestas por el Neocapitalismoiv Post-industrial a la categoría del trabajo, afecta las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y también la capacidad de organización política y sindical de la clase trabajadora. La organización sindical está basada por las luchas históricas de los trabajadores contra la deshumanización del capital, acumulación de riquezas y competitividad internacional, que afectan de forma sin precedentes a los trabajadores en la contemporaneidad.
Es importante afirma que la demasiada concentración y acumulación de riqueza, significa decir que el capital no está en crisis, nunca ha visto tanta concentración y acumulación de riquezas como tiene ocurrido en los últimos años, este es su cimiento central del capital. Según la ONG británica Oxfam, los ocho hombres más ricos del mundo poseen tanta riqueza cuanto los 3,6 billones de personas que representan la mitad de los más pobres del planeta.
Este proceso de concentración y acumulación de riquezas está directamente relacionado al creciente proceso de fusión y compras de las empresas multinacionales. Esas empresas hacen fuertes inversiones en tecnología y desarrollan creciente poder ideológico, político y económico en la economía mundial y en los Estados nacionales. Incluso, esas empresas a través de su poder ideológico, político y económico usan el Poder Legislativo para que este Poder elabore leyes que sean en beneficio de sus intereses y no de los trabajadores. Es decir, el Law Shopping (mercado legislativo), en que las legislaciones nacionales de derechos y garantías sociales a los trabajadores pasen a ser cambiadas como se fuera un producto de venta en una tienda.
Por ejemplo, para la Reforma Laboral en Brasil, Ley Nº 13.467/2017, el gobierno de Michel Temer distribuyó entre los diputados que apoyaran su propuesta de reforma más de 100 millones de reales en enmiendas parlamentarias, según los informes del: g1.globo.com/jornal-nacional.
Otro ejemplo es el Uber, que gasta una inmensa cantidad de dinero en hacer lobby y en marketing, con la intención de asegurarse regulaciones favorables y el crecimiento en su base de usuarios.
Más allá del Law Shopping, como bien destacó Victor Báez, las empresas están cada vez más haciendo inversión en tecnología con el objetivo reemplazar el trabajo humano por autómatas, robots y se agrega a este problema otro fenómeno que es el que ocurre con el proceso de la desterritorialización de la producción, provocando ambos fenómenos el desempleo estructural. La desterritorialización es el traslado de las fuentes de trabajo, que tenían derechos y garantías, para otro país que tiene poca o ninguna protección laboral.
En este sentido, comentan Eduardo Crespo y Javier Ghibaudi, que la nueva segmentación en el mundo del trabajo, producto de la heterogeneidad de la clase trabajadora; resultado a su vez de la tercerización y de la desterritorialización de la producción, constituye la base social del Estado neoliberal. Los trabajadores dejaron de estar sujetos a un comando jerárquico y se transformaron, por ejemplo, en microempresarios independientes o en vendedores de servicios a empresasv.
El nuevo profesional no está ni en un lugar ni en otro. Es una mezcla de emprendedor y empleado, de autónomo y dependiente, de subordinado y cliente, como es el ejemplo de los trabajadores que prestan servicios a partir de las aplicaciones de los celulares inteligentes. Por un lado, son trabajadores de esta nueva economía, con carácter completamente independiente, que eligen a los clientes a quienes quieren servir y los horarios que desean cumplir. Por otro lado, hay que mencionar que la empresa no es una plataforma neutral donde se produce el encuentro con un tomador de servicio, ella tiene el control del precio, manipula incentivos para obtener los comportamientos que desea, puede castigar y, principalmente, “despedir”, desvincular al “colaborador” (obrero) sin ningún desgaste psicológico, como es el hecho de tener que llamarlo a una sala para informarle su prescindencia –acción que realiza bloqueándole el acceso a la aplicación, en el momento que quieravi.     
Ante al cambio de las relaciones laborales, del pasaje de la Sociedad Capitalista Industrial a la Sociedad Neocapitalista Post-industrial el sindicato y los trabajadores tienen que comprender el momento actual, sus cambios y también desarrollar nuevas estrategias para combatir la concentración de riquezas y podernos desarrollar mejores condiciones de vida para los trabajadores.
Los defensores del neocapitalismo dicen que la tecnología va a desarrollarse naturalmente y va a crear nuevos empleos como ocurrió en el pasado.  
Esto no fue lo que ocurrió históricamente pues, la solución para el desempleo fue la migración. Los países asolados por el desempleo masivo, como Italia e Irlanda en el siglo XIX, organizaban la migración de una parte de su población que era enviada a los “nuevos” países, especialmente a América.
Señálese que no hubo creación de empleo con el desarrollo tecnológico de la Segunda Revolución Industrial del siglo XIX sino, la migración de los europeos a otros países. Sólo a los Estados Unidos migraron cerca de 27 millones, Argentina recibió 6 millones, Brasil; 4 millones y Canadá también 4 millones. Sólo cuatro países recibieron más del 10% de la población de Europa, que era de 401,0 millones a fines del siglo XIXvii.
Los cambios en el proceso de producción, provocado por Cuarta Revolución Industrial son todavía más gran qué los de la Segunda, significan que un número creciente de personas ya perdió y continuará perdiendo la posibilidad del empleo clásico formal con estabilidad y garantías de derechos laborales, ya sea por el proceso de desterritorialización de la producción como, especialmente, por la sustitución del trabajo humano por autómatas y robots, convirtiendo el trabajo humano en superfluo. En realidad, estamos viviendo un momento de alteración de las formas de organización del trabajo y no el momento de su desaparición, sino más bien, el reemplazo masivo del trabajo vivo por trabajo muerto.
Cabe señalar que los robots, la computadora, la comunicación, la inteligencia artificial están por aumentar la producción y eliminar innumerables empleos en el mundo entero y no alcanza con lamentarse por ello.
Estos aumentos de la producción deberían ser útiles para beneficiar a todos los individuos y no sólo a una minoría, o sea, a los neocapitalistas. Señálese que no hay un modo determinado para desarrollar una lucha intensa a fin de detener el progreso técnico y mantener a los seres humanos haciendo cosas que las máquinas hacen más baratas o mejor. Además, la globalización de la economía, de la política y del trabajo está cambiando la división internacional del trabajo.
Esta es una importante discusión que la sociedad global necesita tener. La tecnología debe ser para beneficiar la humanidad, sólo es importante e interesante si fuera en este sentido y no para generar problemas sociales, económicos, desempleos en masa.
La búsqueda empresarial se orienta, fuertemente, hacia la disminución de los costos laborales y la defensa por transformar a los empleados en prestadores de servicios o autónomos subcontratados, es decir en la precarización laboral, sin seguridad y sin garantías sociales.
Victor Báez tiene toda razón al decir sobre: “El papel del mal uso de la tecnología por el empresario y las grandes corporaciones y la necesidad de nuevas formas de organización de los sindicatos para que puedan alcanzar los nuevos trabajadores.
En realidad, los empleadores contemporáneos parecen más destructores de las fuentes de trabajo que promotores o creadores de empleos. Esta es una diferencia de la Sociedad Capitalista Industrial a la Neocapitalista Post-industrial. Utilizan como justificación para tal fin, la exigencia del mercado y la competitividad internacional. Ellos y sus empresas ya no garantizan empleos duraderos, están más enfocados en proporcionar empleos informales, subcontratos de trabajo, utilizando como argumento básico que los empleados y potenciales empleados tengan la disposición para aprender y que desarrollen capacidad emprendedora.
El hecho es que la disminución del empleo formal, a través de la racionalización estructural del Neocapitalismo Post-industrial es una realidad concreta. Esta disminución, por un lado, promueve el deterioro de las relaciones contractuales del trabajo, desequilibrando las correlaciones de fuerza entre el capital y el trabajo, y con ello, debilitando a la clase trabajadora. Por otro lado, promueve y acelera el crecimiento de las políticas neoliberales, de flexibilidad y desreglamentación laboral y la propagación de la ideología de las empresas multinacionales, que expanden la demanda concreta de fomento de acumulación de capital y también, de disminución del poder del Estado.
Las reflexiones sobre tal temática son de gran importancia para el Derecho del Trabajo, los gremios sindicales y el trabajador, debido a que el empleo formal y/o trabajador asalariado se desplazaron de sus posiciones como núcleo central de la organización del mundo del trabajo. Sólo a través del análisis y su reflexión es posible pensar en construir perspectivas y alternativas para mitigar el proceso de las condiciones de vida tan precarias que afectaron al trabajador y que continúan afectando aún hoy, en los umbrales del siglo XXI.
Comenta Adam Schaffviii que el trabajo es la motivación fundamental del accionar humano en la sociedad actual. Añade que a partir de la Revolución Industrial el trabajo pasó a constituirse no sólo en el medio para la adquisición de las necesidades de la existencia humana, sino también, que se convirtió en el “sentido de la vida”ix.
En este proceso histórico, el cambio del trabajo como núcleo central provoca un impacto sobre la organización social y genera nuevos problemas para la humanidad, es decir, el empleo clásico formal como la necesidad de la existencia material, social y espiritual del ser humano no existe más, ya que es cada vez más escaso.
Ese cambio desencadena la necesidad de construir un nuevo ethos para organizar la vida material, social y espiritual del individuo que fue formado por una ética y una moral del trabajo, desde la Revolución Industrial, donde estar empleado formalmente correspondía a la condición necesaria para su materialidad y también para su subjetividad.
Para construir ese nuevo ethos necesitamos de democracia para que los trabajadores alcancen la compresión de la complexidad del momento actual de la Sociedad Neocapitalista Post-industrial. Sino también de trabajo digno para los trabajadores y de organizaciones sindicales en defensa de la clase trabajadora.
Es oportuno destacar que necesitamos realmente de una Sociedad Democrática de Derecho, que pueda dignificar la clase trabajadora, eso sólo es posible con plena libertad y no con presos políticos, como, por ejemplo, Luiz Inácio Lula da Silva.
Para desarrollar esta comprensión es importante y necesario que las entidades sindicales en todo mundo empiecen a discutir sobre el tema del papel de la tecnología en la sociedad, como está haciendo la CUT del Brasil. Sobre el Neocapitalismo Post-industrial, es decir, sobre las diferencias que están en el pasaje del Capitalismo Industrial al Neocapitalismo Post-industrial, son diferencias significativas para el mundo del trabajo, en fin, sobre toda la complejidad actual que involucra el trabajador y las relaciones laborales contemporáneas.
Es decir, esta discusión está comprometida por la óptica de la propia existencia humana. Señálese que todas las civilizaciones que antecedió a nosotros fueron destruidas cuando hubo cambios significativos en las relaciones laborales, por ejemplo: griega, romana, Edad Media, incluso en Europa. Los cambios de la Cuarta Revolución Industrial son devastadores para el trabajo vivo, es decir, trabajo hecho por los humanos.
Es importante señalar que la Segunda Revolución Industrial provocó cambios significativos en las relaciones laborales en Europa, con la emigración y salida de millones de trabajadores a las Américas, las tensiones sociales y económicas continuaron, en 1914-1918 tuvimos la Primera Guerra Mundial y en 1939-1945 la Segunda Guerra, después de esta guerra la Europa estaba toda destruida y necesitó ser reconstruida. La pregunta es: ¿hora vamos para dónde?
Tenemos que aprender del pasado, es decir, la pasividad con que la humanidad siegue de catástrofe en catástrofe sin sacar lecciones de la experiencia, hace nosotros a dudar del derecho de sonreír con tranquilidad en el futuro, es decir, parece que la impotencia en dominar nuestra propia naturaleza racional, nuestro gen egoísta, como comenta Richard Dawkins, elige la inteligencia humana a estar más cercanos de la irracionalidad de los bueyes que rumian en los pastos de los mataderos del que, de las maravillosas realizaciones y desarrollos que esta misma inteligencia ya proporcionó y puede proporcionar a la civilización humana.      
iTexto (traducido del portugués por Nilton Da Cunha) está disponible en: https://www.brasil247.com/brasil/inteligencia-artificial-fez-um-burro-chegar-a-oresidencia-da-republica-diz-secretario-da-csi#.XZ2yF_d61iU.whatsapp.
iiÍdem nota anterior
iiiIdem nota 1
ivPEREIRA DA CUNHA, Nilton. El Neocapitalismo y la autoridad del algoritmo en el mundo laboral del siglo XXI. Disponible en: www.lacausalaboral.net.ar/doctrina-5.-pereira-da-cunha.html.
vCRESPO, Eduardo; GHIBAUDI, Javier. El proceso neoliberal de larga duración y los gobiernos progresistas en América Latina: el neoliberalismo tardío. Documento de Trabajo Nº 5, Flacso Argentina, 2017.
viEjemplos de esas empresas: Rappy y Glovo. Aunque esas empresas, los llamen de “colaboradores”, los obligan a inscribirse como monotributista y facturar.   
viiCAMERON, Rondo. História económica do mundo. Lisboa: Mem Martins, 2004.
viiiSCHAFF, Adam. A sociedade informática, cit., 1995.
ixLa problemática del sentido de la vida se convirtió actualmente en objeto de estudio extensivo de la psiquiatría particularmente en la llamada logoterapia, elaborada por el profesor y psiquiatra vienés Víctor Frankl. Su base teórica es formada por la teoría del “vacío existencial” (existencial vacuum), que podría ser sintetizado como la consciencia de la falta del objeto por el cual se vive. Ese objeto se transforma en una especie de necesidad humana. Por eso, la pérdida del mismo (en otras palabras, del sentido de la vida) lleva a la formación de un específico “vacío existencial”, que tiene carácter patológico y constituye el fundamento de diferentes enfermedades psíquicas (SCHAFF, 1995).       

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